¿Qué es el erotismo? ¿Cuál ha sido su función respecto a la evolución
humana? ¿De qué forma se relaciona con la divinidad y con el uso de plantas
alucinógenas? La metamorfosis del silencio es una obra que profundiza en
el tema tratando de encontrar las respuesta a dichas interrogantes, indagando
mediante una mirada aguda a través de la reflexión interdisciplinaria, pero
también desde la acción artística a través la fotografía. El resultado de un
periplo que cumple dos décadas, es un libro que condensa las experiencias
documentales y artísticas de algo que inició como un experimento social: Vuelo
Nocturno, espacio radiofónico creado por Manolo Espinosa dedicado de manera
exclusiva a la investigación del fenómeno erótico.
En Vuelo Nocturno estamos cumpliendo 20 años al aire, estamos cerrando un
ciclo muy importante y queremos celebrarlo con la publicación de La
metamorfosis del silencio, una obra que refleja la trayectoria que ha vivido
este proyecto, muy pronto estaremos presentando la forma de estar en contacto
para adquirir este libro.
Finaliza la fiesta del espíritu,
la edición número 42 del Festival Internacional Cervantino en Guanajuato,
dejando un saldo positivo en términos artísticos (lo que a estas alturas es una
constante) y algunas experiencias excepcionales, una de ellas es The Power of Theatrical Madness, un
acontecimiento transgresor desde cualquier perspectiva que intente definirle,
un happening que pone a prueba los
sentidos y la resistencia física e intelectual tanto de los actores como de los
espectadores, en un periplo alucinante de cuatro hora y media de duración. De
acuerdo con la información difundida a través del FIC, Este montaje es uno de
los más significativos en la historia de la escena occidental contemporánea. A
tres décadas de su origen, The Power of
Theatrical Madness ‘El poder de la locura teatral’ mantiene la
incandescencia expresiva que le valió ser considerado como un suceso
excepcional dentro del marco de un circuito europeo desgastado por lugares
comunes. En torno a la música de Wagner y al cuento El traje nuevo del
emperador, de Hans Christian Andersen, Fabre construye un tratado sobre la
historia teatral de los últimos tres siglos, al tiempo que, simbólicamente,
elabora un discurso sobre las relaciones de poder. Nacido en 1958 en Amberes, Bélgica, Jan Fabre,
es un hombre diestro en numerosos campos del saber; se le reconoce ampliamente
como dibujante, guionista, director de escena, artista visual, diseñador y
pedagogo teatral. Al frente de su compañía, Troubleyn, ha seguido creando
piezas escénicas notables, donde se borran por completo las fronteras entre el
teatro y la danza. Los últimos treinta
años ha desarrollado tendencias creativas propias del siglo XXI.
Hayde Lachino comenta que desde inicios del siglo XX hemos sido testigos de
múltiples exploraciones de los creadores que buscan romper los constreñidoslímites que la
academia pretende imponer a las diversas disciplinas. En la escena, tal
búsqueda por trasgredir las nocionesvalidadas de cuerpo y representación se han visto
intensificadasen las últimas décadas. Jan Fabre reflexiona en sus diversas obras sobre el
dispositivoteatral y el canon, y cómo dialoga lo representado con lo real, por ello
dos temas aparecen como una constante en su trabajo, tanto en la escena como en
las artes visuales: cuerpo y tiempo.En El poder de la locura teatral vemos una obra
con importantes cruces entre el performance, las artes visuales y el teatro
posdramático. Los cuerpos son llevados al límite físico, la desnudezes el recurso para
enunciar/denunciar la condición humana en unaEuropa en crisis, pero también porque Jan
Fabre mira con interés estético al cuerpo: de ahí que se preocupe menos en lo
queéste
puede realizar mediante la técnica y más en preguntarse quénuevos sentidos
aparecen cuando esos cuerpos son colocados enestado performativo, a través de acciones
sencillas pero cargadasde gran significación dramática. Una serie de
metáforas visualesapelan a la destrucción y al mundo posapocalíptico que emergecomo resultado de
ello; animales diversos invaden el escenario,fuente de mitos y relatos que resumen los
sueños no alcanzados,las utopías fallidas y también el extrañamiento de
lo otro.
Aquí no hay lugares cómodos, todo el tiempo la pieza se mantienen en
tensión, se trata de ver qué ideas aparecen en el choquede acciones dislocadas y extremas contra
la proyección de imágenes de las más destacadas producciones artísticas
europeas.La obra toda se despliega como acontecimiento, durante más decuatro horas los
intérpretes corren y asumen riesgos, se enfrentan al dolor, al peligro y a su
propia vulnerabilidad. Esta no es unapieza para entretener, sino para producir
pensamiento crítico.
Un acontecimiento de este tipo se encuentra muy alejado de la realidad
mexicana, sin embargo de alguna manera los integrantes de la compañía Troubleyn
y el creador escénico Jan Fabre, quienes se presentaron por primera vez en
nuestro país, dedicaron sus actuaciones del Festival Internacional Cervantino a
los 43 normalistas desaparecidos en Ayotzinapa, en el estado de Guerrero.
La
prensa recogió este acontecimiento a través del periódico La Jornada y su
corresponsal Carlos Paul, en una nota donde se destaca que la presencia del
reconocido y polémico Jan Fabre constituyó uno de los momentos más importantes
de la programación del encuentro Cervantino de este año, toda vez que se tuvo
la oportunidad de apreciar uno de sus trabajos más emblemáticos, creado hace 30
años: The power of theatrical madness (El poder de la locura teatral), durante
el cual todo un mundo lleno de significados y metáforas se abre ante el
espectador durante cuatro horas y media (sin intermedios) que dura la obra. Se
trata de una pieza que en su momento fue considerada de vanguardia, pero que
igual fue muy polémica y rechazada en distintos foros. Hace dos años, Fabre la
retomó para montarla con una nueva generación de jóvenes actores y bailarines,
sintetizando sin perder su esencia, otra de las versiones, cuya duración es de
24 horas. The power of theatrical madness es una obra que entreteje
performance, pintura clásica y teatro posdramático, donde el cuerpo es llevado
al límite para reflejar su vulnerabilidad, al tiempo que simbólicamente se
desarrolla, a lo largo de las cuatro horas y media, un discurso sobre las
relaciones de poder.
Musicalizada
por Wim Mertens, es una pieza que exige del público sustraerse de toda prisa.
La repetición (aparentemente similar) de las diversas escenas profundamente
emotivas, llegan a ser abrumadoras para el espectador, pero ello mismo, la
constante repetición, provoca una apretada vuelta de tuerca en la imaginación,
y genera un mundo lleno de significados y metáforas. Los anales de la historia
del teatro, los nombres de reconocidos creadores escénicos, fechas de
emblemáticas obras y puestas en escena, sirven de contexto para las distintas
situaciones que Fabre plantea, en su idea de llevar al cuerpo y las emociones
al límite. Así, el tiempo y la ilusión teatral se trastocan. La duración del
tiempo real socava la mentira de la ficción. La necesidad y la tenacidad se
confunden, la libertad y el control se enfrentan, la verdad y el engaño se
entrelazan, la locura y la cordura se pierden en esta propuesta, cuyas
metáforas visuales se transforman en fármacos, en palabras de Jan Fabre, en una
medicina que cura o envenena. Distintos momentos performáticos llaman la
atención y provocan la reflexión. Un saludable ejercicio como trotar se
transforma en una larga, dolorosa y agotadora escena. Un hombre con los ojos
vendados, cuchillo en mano, camina haciendo equilibrio por una orilla. En
sentido contrario, una mujer camina con los ojos vendados. A centímetros de su
encuentro, el hombre tira el cuchillo.
En otro momento, desnudarse y vestirse, una y otra vez, denuncia la
vulnerabilidad humana. Una canción de amor, cantada por una mujer, contrasta
con las cachetadas que le da su pareja. Todo en la obra es de violenta tensión.
Al final, un actor, sentado en una silla, acomoda a una actriz desnuda sobre
sus rodillas y le golpea las nalgas, hasta que ya no puede aguantar el dolor y
grita con las nalgas rojas: 1984. The power of theatrical madness. De acuerdo
con Jan Fabre, la obra está inspirada en el cuento El traje nuevo del
emperador, de Hans Christian Andersen, del que retoma y explora el sentido de
lo real y lo falso, además de intentar confrontar el lenguaje arcaico con lo
moderno y considerar la belleza y la emoción como una evidencia fisiológica
interna.
Una escenificación que no posee los elementos convencionales de cualquier
obra de teatro, sin diálogos ni una historia que sea contada, con grandes
espacios de silencio e inmovilidad de los actores, representa todo un reto para
los sentidos, el espectador, al igual que los actores, alcanza unos niveles de
abstracción y alejamiento de la realidad que lo conducen hacia la incertidumbre
y a una crispación que se yuxtaponen con los pasajes de belleza descomunal contenidos
en la representación, esa puede ser una definición de lo que representa The power of theatrical madness, una
serie nociones que se ponen en movimiento a través de la acción teatral, la búsqueda
de opuestos como la movilidad y la pasividad, el cuerpo vestido y la desnudez
absoluta, la violencia y el deseo, el silencio y la música, la angustia y la
tranquilidad, la desesperación y la belleza, el poder y la obediencia, la
confianza y la traición.
Como señalaba con anterioridad, esta puesta nada tiene que ver con la
realidad mexicana, vivimos en una especie de marasmo que nos impide aspirar a
realidades que están por encima de los estándares artísticos, sociales,
tecnológicos, etcétera, solo basta con recordar que The power of theatrical madness fue hace 30
años, una propuesta que en ese momento buscaba romper los cánones desgastados
del teatro occidental, además de mover, sacudir las conciencias aletargadas,
acostumbradas al poder político y económico de una normalidad primermundista,
en nuestro caso coincide con un momento álgido, donde el poder de la locura
teatral, es una metáfora que nos invita a trascender.
Revista Digital que nos
ofrece su más reciente edición, correspondiente al mes de Julio de 2014, donde 29
artistas de todo el mundo, se reúnen para debatir, abrir el diálogo y polemizar
sobre este importante aspecto de la vida humana: Erotismo y tabú. En este
número especial, donde participa nuestro amigo Pé de J. Pauner, y que
compartimos a través de este espacio.